Endodoncia.

Tratamiento de los conductos radiculares

No temas a la endodoncia, ¡es la forma más efectiva de salvar tu diente y evitar problemas mayores!

¿Qué es la endodoncia?

La endodoncia, comúnmente conocida como tratamiento de conductos o tratamiento de conductos radiculares, es un procedimiento dental especializado que se realiza cuando la pulpa dental (el tejido blando que se encuentra en el interior de los dientes) se ve afectada por una infección o inflamación. La pulpa contiene nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo, y su función es vital para el desarrollo del diente en su etapa de formación.

Sin embargo, cuando se ve dañada por caries profundas, traumatismos o infecciones, puede ser necesario realizar una endodoncia para salvar el diente y evitar que la infección se propague.

¿Cuando se necesita una endodoncia?

Ofrecemos una amplia gama de tratamientos que incluyen:

El tratamiento de endodoncia es necesario cuando:

  • Caries profundas: Las caries que afectan a la pulpa del diente pueden causar dolor y necesitar un tratamiento de conductos.
  • Infección o abscesos: Una infección en el interior del diente puede generar dolor severo y requiere eliminar la infección y preservar el diente.

  • Traumatismos dentales: Un golpe en el diente que daña la pulpa puede resultar en inflamación o infección, lo que requiere tratamiento.
  • Dolor persistente: Si experimentas dolor intenso o sensibilidad prolongada al morder, masticar o al consumir alimentos fríos o calientes, es posible que sea necesario realizar una endodoncia.

  • Oscurecimiento del diente: Si un diente cambia de color debido a un daño interno, podría ser una señal de que la pulpa está comprometida.

¿Cómo se realiza una Endodoncia?

El proceso de endodoncia se lleva a cabo en varias etapas y se realiza bajo anestesia local para garantizar que el paciente esté cómodo durante el tratamiento. Los pasos típicos son: 

  • Evaluación inicial: Se realiza una radiografía dental para ver el grado de daño y el alcance de la infección.

  • Anestesia local: Se aplica anestesia en el área afectada para adormecer el diente y la zona circundante.

  • Acceso a la pulpa: El dentista hace una pequeña apertura en la parte superior del diente para acceder a la pulpa infectada.

  • Eliminación de la pulpa infectada: Se retiran los nervios, vasos sanguíneos y tejido afectado.

  • Limpieza y desinfección: El conducto radicular se limpia y se desinfecta cuidadosamente para eliminar cualquier rastro de infección.

  • Relleno del conducto: Se rellena el conducto con un material especial que sella el espacio para prevenir futuras infecciones.

  • Restauración final: En muchos casos, el diente debe ser restaurado con una corona para darle fuerza y estabilidad.

Beneficios de la Endodoncia

El tratamiento de endodoncia tiene varios beneficios para el paciente, entre los que destacan:

  • Conservación del diente: En lugar de extraer el diente afectado, la endodoncia permite salvarlo y mantener su funcionalidad en la boca.
  • Alivio del dolor: La endodoncia elimina la causa del dolor al eliminar la infección y la inflamación en la pulpa.
  • Mejora la salud bucal: Al eliminar una infección en los conductos radiculares, se previene que la bacteria se propague a otros dientes y estructuras de la boca.
  • Recuperación rápida: La mayoría de los pacientes experimentan una recuperación rápida, con poco o ningún dolor postoperatorio después del tratamiento.
  • Funcionalidad restaurada: Después de una endodoncia, el diente tratado puede seguir funcionando como un diente normal, permitiendo masticar y hablar con comodidad.

¿Es doloroso el tratamiento de Endodoncia?

En la mayoría de los casos, el tratamiento de endodoncia no es doloroso. Se realiza bajo anestesia local, lo que asegura que el paciente no sienta dolor durante el procedimiento.

Tras el tratamiento, algunos pacientes pueden experimentar molestias leves que se controlan fácilmente con analgésicos comunes

¿Cuánto tiempo dura una Endodoncia?

El tratamiento de endodoncia suele durar entre 60 a 90 minutos, dependiendo de la complejidad del caso.

Algunos dientes pueden requerir más de una sesión, especialmente si hay múltiples conductos radiculares que deben ser tratados.

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